LUGARES INTERESANTES
Ermita de San Facundo – Los Barrios de Bureba
La ermita de San Facundo está situada en Los Barrios de Bureba, a menos de un km. en dirección a Oña. Es también conocida por el nombre de San Fagún.
Su construcción data del siglo XII y es de estilo románico siendo en su tiempo la iglesia de la desaparecida aldea de San Facundo. Hoy día del templo original tan sólo se se conservan el ábside central y la espadaña habiendo desaparecido completamente la nave lo que le confiere ese singular perfil compacto y vertical. Para cerrar el vano a la altura del arco triunfal se dispuso un muro moderno de sillares irregulares y dispuestos de forma un tanto caótica.
El interior de la ermita es muy sencillo, con los abovedamientos que podíamos esperar: medio cañón apuntado para el presbiterio y cuarto de esfera u horno para el ábside.
Algunos de los cimientos encontrados han permitido saber que, en su origen, la ermita tendría una corta nave de dos construcciones distintas: la que actualmente perdura, coincidente con el presbiterio, y otra que habría sido edificada con materiales poco consistentes y duraderos.
La ermita ha sido declarada Bien de Interés Cultural
Fortaleza de Santa Engracia – Pancorbo
Se localiza al Noroeste de Pancorbo, en la plataforma superior del denominado Cerro del Castillo, que constituye la cota más elevada de la Sierra, con una altura máxima de 1038m. La plataforma presenta un perfil irregular, con numerosos afloramientos calizos y laderas muy abruptas en todos sus flancos, constituyendo por tanto un emplazamiento con alto valor defensivo. Los restos del Fuerte ocupan toda la superficie de la plataforma, así como los pequeños espigones y morros situados tanto al Este como al Oeste.
Esta fortificación se asienta sobre los restos de un posible castro, con ocupaciones de la Edad del Hierro y de época Romana Altoimperial, siendo posible también la ocupación del Bronce Medio, según los materiales arqueológicos en el mismo encontrados.
Fue construido entre los años 1794 y 1797, como último reducto defensivo en el interior peninsular en el frente de los Montes Obarenes, desde Frías hasta las Conchas de Haro, y como elemento fortificado frente a una posible invasión de tropas revolucionarias francesas, tras declarar la guerra a Francia en 1793.
Durante la Guerra de Independencia sufrió serios desperfectos, pero en 1820 fue reparado. En 1823 fue arrasado por los zapadores de Angulema, por orden del Duque de Ohenhole. De nuevo en 1835 los Carlistas derribaron los últimos elementos que quedaban en pie.
El fuerte es una compleja fortificación formada por varios frentes y baterías, además de caminos fortificados entre ellos, aljibes, plaza general, cuerpos de guardia, cuarteles, almacenes, etc. La obra proyectada era mucho más amplia de lo que finalmente se construyó, muestra de ello es el plano que se conserva, donde constan todas las partes, instrumento esencial para identificar las ruinas existentes, aunque con ligeras modificaciones.
Los principales restos que se identifican actualmente corresponden a los frentes de Morete, Cruz, San Luis, San Fermín, San Carlos, de las Navas, Bureba, San Nicolás, San Bernardo, San Sebastián y San Bartolomé; las baterías de las Ánimas, de Jesús, del Calvario y la tenaza de Santa Orosia.
Las características generales que presenta el Fuerte, responden a la tipología de este tipo de estructuras defensivas de los siglos XVIII y XIX. Las plantas de los frentes y baterías que se localizan en los extremos son de estrella o apuntadas, adaptándose el resto de la obra a las características orográficas del cerro. Los muros externos están realizados con sillería caliza y presentan unas dimensiones considerables, aportando un aspecto de inexpugnabilidad bastante espectacular; las estructuras internas tienen fábrica de sillería o mampostería según su funcionalidad y su localización.
Existen otro tipo de estructuras que se encuentran excavadas en la roca, como es el caso de los aljibes, existiendo dos de considerable tamaño en el sector oriental del Cerro, uno de ellos sin terminar. Otro tipo de recintos excavados son las cuevas; su número y tamaño es considerable y se documentan a lo largo del flanco meridional del Cerro, en los diversos escarpes rocosos que presenta; se utilizarían de almacenes y arsenales.
Desfiladero y vía ferrata – Silanes
La nueva vía ferrata del norte de Burgos, dentro del Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil , con un trayecto muy atractivo y bien señalizado, ya está abierta. Se ubica en la parte alta del pueblo de Silanes a la altura del puente de la Canaleja y se desarrolla entre las peñas que forman un desfiladero, por donde también discurren un camino y un arroyo que se precipita en pequeñas cascadas.
Los aficionados a este deporte de aventura deberán poseer ciertos conocimientos básicos de este tipo de escalada y seguir las recomendaciones y precauciones tal como se indica en los paneles informativos al inicio del trayecto, así como disponer de su propio material (disipadores, ochos, cuerdas, descendedores…)
Dispone de varias vías de escape en caso de no poder seguir el trayecto o no desear acabarlo.
Al pie de la vía ferrata están las «calderas de Pedro Botero» donde se pueden contemplar los pequeños saltos de agua del arroyo Silanes, dentro del mismo paraje de la vía ferrata. Un enclave precioso y agradable.
Iglesia de San Andrés – Soto de Bureba
Esta iglesia está catalogada como una de las mejores representaciones del románico rural de toda la provincia de Burgos y de las pocas firmadas por sus autores. En la hermosa portada existe una inscripción que dice: «En el nombre de nuestro señor Jesucristo. A esta Iglesia la llaman de an-AndresSan Andrés. En la era 1213 hizo este portal Pedro de Ega y Juan Miquelez». (Es decir que data del 1175 d.C.).
Para entender lo que hoy contemplamos hay que remontarse bastantes años atrás, cuando este templo quedó semi abandonado debido a la despoblación del lugar. Como consecuencia a finales de los años 80, este templo sufrió un derrumbe de la espadaña que arrastró parte de la bóveda central. Bastantes elementos se destruyeron.
En la actualidad se encuentra restaurada aunque haya perdido parte de su originalidad.
(Texto e imagen cortesía de http://zaleza.blogspot.com/)
Necrópolis – Miraveche
A menos de 1 km al norte del casco urbano de Miraveche (Burgos), se ha hecho una recreación al aire libre del ritual funerario de la Edad del Hierro.
Se trata de una ambientación cultural gratuita y de libre acceso que en unos 15 minutos te permitirá un acercamiento a los Autrigones, tribu prerromana que habitó la comarca de La Bureba hace unos 2400 años.
Este espacio cultural cuenta con unos paneles explicativos y varias ambientaciones que recrean la forma de vida y la necrópolis de la Edad del Hierro hallada en Miraveche en la primera mitad del siglo XX. A diferencia de nuestro tipo de enterramiento actual, durante la Edad del Hierro se practicaba la incineración del difunto, cuyos restos se enterraban en una pequeña urna funeraria junto a un ajuar compuesto generalmente por vistosas piezas metálicas.
(Imagen cortesía de http://zaleza.blogspot.com/ Texto: Ayto. de Miraveche)
Salinas – Poza de la Sal
Las salinas de Poza de la Sal, que dan nombre a este municipio, se encuentran situadas justo en el borde del Páramo de Masa, donde los terrenos descienden bruscamente hacia la planicie Burebana, como un inmenso cráter de 2,5 Km. de diámetro que constituye uno de los diapiros más perfectos que existen. Los bordes del falso cráter, de contorno prácticamente circular, encierran dentro de sí la cuenca salinera y sus paredes muestran la historia geológica del lugar desde la formación de la sal que se corresponden a los períodos triásico, jurásico y cretácico.
El dato más antiguo sobre el poblamiento de esta zona nos lo aporta el yacimiento El Castellar, atribuido tradicionalmente a un Castro de la Edad del Hierro, del que apenas quedan restos de superficie.
Texto: web del Ayto. de Poza de la Sal)